Para garantizar el éxito de los procesos de enseñanza y
aprendizaje, es necesario que vayan acompañados de una actitud básica: la
pasión o emoción por aprender. Esto se puede conseguir teniendo en cuenta los
últimos avances que ofrece la neurociencia. Te explicamos en qué consiste y
cómo la están aplicando algunos centros.
La neuroeducación es una disciplina que estudia el papel que
juega el cerebro en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes.
En este sentido, las principales áreas sobre las cuales se asienta son dos: de
un lado, las ciencias de la educación y, de otro, la neurociencia, que permite
estudiar los fenómenos educativos desde varios enfoques.
Conocimiento y emoción
La escritora y psicóloga Begoña Ibarrola afirma que “educar
en las emociones es clave para favorecer el aprendizaje” y que, por tanto, los
docentes necesitan comprender que “su función como educadores va mucho más allá
que la de meros transmisores de información o conocimientos”.
Neuroeducación en las aulas
¿A qué edad se aconseja que la neuroeducación sea llevada a
las aulas? Forés es contundente: “Cuanto antes mejor. La neurociencia ratifica
la importancia de los primeros años de nuestra vida y esto implica una buena
formación por parte de los maestros de los más pequeños, además de una más alta
consideración por su labor educativa”. Para esta especialista, la
neuroeducación es un “conocimiento de fondo que nos ayuda a pensar, repensar y
tener una actitud crítica sobre la manera de enseñar y aprender de los
alumnos”.
La aplicación de la neurociencia en el ámbito de la
enseñanza puede realizarse de distintas formas, pero siempre atendiendo a la
diversidad y a la singularidad de cada estudiante para trabajar con toda la
riqueza que permita el aula. Forés lo explica de esta manera: “Cada cerebro es
único y si un alumno sabe cómo aprende las investigaciones afirman que mejorará
su rendimiento. Por eso, si las clases están diseñadas desde los principios de
la neuroeducación, también mejorará su aprendizaje”.
Por ejemplo, estudiantes del Colegio Alborada (Alcalá de
Henarés, Madrid) y del CEIP El Torreón(Arroyomolinos, Madrid) estudian
matemáticas con el método JUMP Math. En concreto, este modelo de enseñanza-aprendizaje
(basado en los últimos avances producidos en el ámbito de la neurociencia)
“proporciona al docente una buena secuenciación de los contenidos y le ayuda a
profundizar en los conceptos matemáticos que se tratan en el aula”, comenta
Menchu Garralón, docente de Primaria y coordinadora de Innovación Pedagógica en
el Colegio Alborada.
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